Fanfosquero tiene varias acepciones, en algunas zonas se usa como insulto ya que es sinónimo de entrometido, embustero o mentiroso, pero en Jumilla se llama así a quien se mete en todo, y no sólo hablamos de “licinciar” sino que también es una actitud positiva, de quien es curioso y emprendedor.
Nos quedamos con esta última definición para imaginarnos un personaje que lleva toda la vida “de charco en charco”, un aventurero de los negocios, un alma inquieta… y llegamos así a esta etiqueta donde damos protagonismo a las botas para el agua: el atuendo de un auténtico profesional del fanfosqueo.
Una imagen potente, universal (tanto hombres como mujeres pueden sentirse identificados con este concepto / filosofía), impresa sobre papel mate ultrablanco con los charcos en barniz relieve brillante.